Horacio Coppola |
Se trata de una novela de iniciación (retroactiva, ya que el personaje la recrea desde su adultez de escritor). Tiene un comienzo un poco entreverado, plagado de cultismos, lo cual supone un escollo antes de internarnos en la historia central; ésta goza de gran simplicidad (demasiada para mi gusto) y se desarrolla de manera lineal.
Situada en la Buenos Aires de los '50, aborda la dudosa complicidad que se establece entre Víctor, un jovencito de trece años, y Andrés, un adulto de conducta enigmática que lo lleva a internarse en ámbitos nocturnos que, naturalmente, le son desconocidos. La narración se apoya en una sucesión rápida de escenas con coloridos personajes, con algo de costumbrismo y alguna que otra referencia a la Historia nacional. Trama demasiado veloz, demasiado superficial. La prosa es prolija, con un puñado de intentos de profundidad que, en mi opinión, no se logran del todo, ya que no se deja espacio a lo sugerente. En todo caso, las explicaciones del narrador achatan la tensión que se va creando por la inusual relación entre ambos personajes.
Es la primera obra que leo de este autor, la he visto recomendada por escritores y me sentí seducida por el título, pero no me deparó sorpresas ni grandes revelaciones, llegué incluso a advertir cierto aire demodé en la propuesta literaria.
“Creo que tanto Víctor como Andrés tienen algo de mí aunque no me reflejan. En mi adolescencia no tuve, ay, un Virgilio que me guiara. Lo que exploré lo hice solo, a los tropezones en mi propio walk on the wild side. Con los años, siento que tal vez haya hecho de Andrés con alguna escritora joven. En todo caso, no se trata de novelar mi vida, detesto el concepto de autoficción que tanto éxito ha tenido en la crítica. Para mí, el pasado puede ser tanto un recuerdo personal o un recorte de un diario viejo; es una reserva ecológica donde encuentro material para elaborar una ficción”.
Palabras del autor en la reseña de "Los Inrockuptibles"
Comentarios