Se trata de una novela corta con una apuesta temática absolutamente novedosa y osada.
Dentro de un género que quizás podría considerarse fantasía, nos encontramos con una protagonista que pertenece a otro orden de seres: especie de hadas contemporáneas (por ponerlas en alguna categoría) cuyo ámbito de acción, en distintos niveles de incidencia e importancia, es el mundo de la música de masas. En un mundo paralelo habitan las Luminosas, quienes -a través de malas artes- se han encargado en convertir en Leyenda a grandes figuras del rock.
Si bien la historia se presenta con absoluta solidez, una vez iniciada la trama central nos encontramos con cierta vacuidad en cuanto a la historia contada. La función de Helena como artífice de la leyenda de un tal James Evans (líder de la banda Fallen) queda desdibujada y en muchas ocasiones me encontré preguntandome sobre la lógica básica de lo narrado. La historia empieza a redundar, a girar sobre sí misma. Apenas si alcanzan para levantar el clima un par de escenas interesantes, muy bien delineadas si tenemos en cuenta que se trata de un género no realista. Una novela que empieza con una apuesta arriesgada y se termina convirtiendo en un texto a veces previsible, otras veces confuso, y en general, inofensivo, repetitivo y aburrido.
Al promediar la obra, tenemos la convicción de que se podría tratar perfectamente de un texto para adolescentes, lo cual no desmerece la propuesta literaria, sino que instala a la novela en otro orden de lectura. A un lector promedio no lo recomiendo en absoluto.
Me resulta interesante pensar en una versión en formato novela gráfica, creo que sería exitoso en ese lenguaje.
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