La de por sí ardua lectura de esta novela breve (con la que me quería encontrar desde hacía mucho tiempo), se vio empañada además por el recuerdo de que algunos profesores de secundaria la dan usualmente en sus aulas. Imperdonable. Porque si bien los personajes principales son adolescentes, la historia está revestida de esa grandilocuencia conceptual tan cara a muchos autores contemporáneos (mayormente argentinos) a través de la cual se intenta exponer la propia formación intelectual. Y eso no es bueno ni para el iniciático lector adolescente ni para ningún otro. A través de varios personajes increíblemente inteligentes (todos singulares, pero predecibles), paisajes pretendidamente poéticos, las frases justas en los diálogos, se teje un manto de inverosimilitud que signa toda la obra. Por si fuera poco, el final es cantado.
Roderer es un chico retraído, brillante y ávido lector que se muda a un pequeño pueblo costero del sur. Allí conoce a otro chico, que es el que narra toda la historia. Roderer es extraño, está enfermo y dispuesto a sacrificar todo para obtener lo único que necesita: tiempo. Tiempo para la culminación de una solitaria empresa: el acceso al conocimiento total (sin palabras). En el medio de la historia, se vislumbran un par de relaciones amorosas. Todo esto contado con frialdad, simpleza, sin altibajos ni emociones. Narrativa y estilísticamente, desierto.
En definitiva, un gran "despliegue intelectual" (léase "palabrerío") para no llegar a ningún puerto cálido, mínimamente original o artístico. Texto frío y aburrido.
Sólo recomendable para algún que otro estudiante de Letras que no ha perdido aún la capacidad de obnubilarse con el pavoneo intelectual o de otras carreras científicas que poco saben de buena Literatura.
Comentarios
Me parece que sacaste elementos de entrevistas al autor, en lugar de hacerlo del texto mismo y eso no le hace justicia al texto, además de que simplifica lo complejo y abierto del mismo.
Francamente, no coincido en nada de lo que decís (espero no lo tomes a mal, no es mi intención que así sea), no me parece que el protagonista sea extraordinariamente inteligente, y que Roderer lo sea es algo medular de la novela (hasta del título). Y finalmente, me parece de mal gusto decir que es recomendable para estudiantes de carreras científicas, englobándolos a todos en el prejuicio de que poco saben de literatura.
Saludos!!!