"Durante años pensé que necesitaba saber la historia, pero lo que sé exactamente es la emoción a la que quiero llegar. Pueden cambiar los personajes o el argumento, pero esas emociones no porque son mías y son una tristeza que no me puedo sacar de encima. Escribir es una forma de dárselo al lector: tomá y hacete cargo de esto." (ríe)
Entrevista a la autora
Es la primera novela de esta joven y premiada narradora argentina. Se trata de un texto muy breve, que no pierde ni por segundo la tensión narrativa. La escritura es simple, sin florituras, certera. Por momentos, me evocó la dinámica teatral. Es difícil de contar de qué viene esta nouvelle. En las primeras páginas el lector debe acomodarse ante lo narrado; el intento de hallar un lugar firme en el que instalarse para poder descifrar lo contado quizás lo acompañe a lo largo de toda la obra. Al terminar, algunos cabos se han atado, sin embargo todo lo que sucede permanece como detrás de un vidrio esmerilado. Y queda flotando en el aire un algo perturbador, inquietante, enigmático.
Hay dos voces que establecen un vaivén en el cual se apoya la historia. Hay dos madres con sus dos hijos. Está el campo, con sus amenazas tóxicas. Sobrevuela lo sobrenatural. Aparecen la enfermedad, la ansiedad, la pérdida de las certezas, pero sobre todo, el miedo maternal, ese intentar mantener la "distancia de rescate" a pesar de todo.
Un texto movilizador (a pesar de su sutileza), que logra poner en funcionamiento un engranaje escritural de afinada maestría. Una pieza inusual.
"Distancia de rescate" constituye una experiencia de lectura realmente exquisita.
Una muy buena reseña sobre la novela, aquí
Y como yapa, el cuento "Conservas".
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