"La escritura de Siri Hustvedt tiene la cualidad -muy en baja en estos días - de retener al lector, vibrando al compás de las emociones de sus personajes: al leer sus novelas se puede sentir la profunda angustia de un desencuentro o el alivio de un momento de alegría. Los protagonistas de las novelas de Hustvedt viven. Viven de verdad su vida emocional, de tal modo que el lector experimenta ese deseo ansioso de volver al libro para ver qué le pasó al personaje." Gabriela Baby
En contraposición a la
edulcorada tapa de la edición de Emecé y el título en español, la novela encara
el camino de la oscuridad y lo impreciso, gradualmente, pero a paso firme. Si bien los temas y personajes son los típicos de muchas películas yanquis
(hermosa y joven camarera, figura romántica masculina, chicos malos, amiga/ aliada, etc.)
muy pronto una pátina de misterio empieza a cubrir la historia.
La Lily Dahl del título original
vive intensamente lo que le toca en suerte, arriesgándose a ir siempre un poco
más allá de los límites. De este modo, nos vamos internando –junto a Lily- en
una historia oscura, enigmática, que por momentos logra instalar un clima
onírico y un tanto macabro; logramos empatizar con la protagonista y con lo narrado. Dotada de muy buenas imágenes, la historia está
narrada de manera muy cinematográfica. La trama resulta ágil y dinámica.
Por su parte, los personajes expresan a la perfección -y cada uno a su modo- el
costado deslucido y trágico de la existencia.
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