"Los años de peregrinación del chico sin color", Haruki Murakami

Se trata de una novela amena y amigable con el lector, para pasar el rato.
La primera parte me resultó redundante y con un tema que no llegaba a parecerme tan profundo como parecía resultarle al narrador, incluso me pareció que algunas partes -como el relato contado por el amigo de facultad- no encajaban a nivel argumental y parecían estar puestas de relleno. Sin embargo, con el correr de las páginas me fui amigando con la lectura y hubo momentos en que hasta sentí curiosidad por saber qué sucedería. 
Todo empieza cuando un treintañero de vida vacía conoce a una mujer que, como condición para establecer una relación seria con él, lo obliga a desatar los nudos oscuros de su pasado; en especial, ese hecho que sucedió a finales del colegio secundario y que lo marcaría tan profundamente.
Como casi siempre, Murakami toma personajes y problemáticas adolescentes (y lo hace con un tono ligeramente pretencioso, como si estuviera ofreciendo mucho más de lo que ofrece).  Es por esto que la primera parte -anclada en ese momento púber de la vida del protagonista- gira siempre sobre lo mismo, aburre y no propone nada. La novela se pone más interesante cuando el personaje -ya adulto- hace algunos viajes para encontrarse con aquellos con quienes tiene cuentas que saldar. Acá la novela cobra color y un poco más de sentido. Por suerte, comprende la mayor parte de las 320 páginas que trae el libro.
Una novela para leer si te la regalan o prestan, para un viaje o unos días en la playa.

Munch: "Separación"

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