"Una lectora nada común", Alan Bennett

Se trata de una novela cortísima que se lee de un tirón.
Es una novela muy simple y muy básica en su tesis, una suerte de fabulita: narra los días de la Reina de Inglaterra a partir de la situación -hipotética- de que se vuelve una amante de la Literatura. Muchos de los personajes y los escenarios son reales.
La apuesta de la obra es por demás de sencilla, y goza de un marcado candor.
Al meterse la Reina madre en el mundo de los libros, toda su vida cambia, en un sentido en que todos los lectores apasionados podemos reconocer. Lo mismo sucede con su entorno, para quienes este hábito es ingratamente sorprendente y hasta peligroso.
La novela permite al autor hacer un recorrido oblicuo por la literatura británica, con algunos guiños irónicos y mucha frescura, mostrando a la protagonista en todos los pasos de esta nueva pasión que experimenta. 
Es un texto que habla del inmenso y mágico poder de la lectura, de las relaciones de poder, de la hipocresía y de la vida (en cierta manera deshumanizada) que debe llevar una reina, que -según como lo pone el libro- me hizo acordar a la de las abejas ídem. No podemos dejar de ponernos tristes por todas esas personas (monarcas o no) que no pueden siquiera adivinar el poder transformador de los libros, con las consecuencias que esto tiene para el mundo en que nos tocó vivir.
Como es un libro de trama sencilla, y por su contenido con moraleja clarita, es sumamente recomendable para desarrollar en carreras de Magisterio y de esta manera, favorecer el debate sobre la lectura.

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