![]() |
HIPPOLYTE FLANDRIN, "Joven desnudo frente al mar" |
El texto comenzó bien. Por empezar, no tiene nada que ver con el estilo de las novelas de Pauls, Martinez y otros, en las que se filtra todo el tiempo una imagen de autor (snob) que deja a los personajes y a la historia de a pie, regodéandose en alusiones culturosas y en reflexiones cotidianas que intentan pasar por interesantes (tal como las que escuchamos en boca de los estudiantes universitarios de Humanidades).
Esta novela, en cambio, comienza con frescura, bien narrada y con un par de líneas que arrancan sonrisas. Sin embargo, creo que el texto en su globalidad va perdiendo fuerza. La novela está estructurada en tres capítulos autónomos, demasiado autónomos (al estilo de "El juguete rabioso"). Se trata de una novela de iniciación con un protagonista (en 1º persona) bastante simpático y un coro de personajes secundarios más y menos interesantes. A su favor, podemos decir que tiene diálogos bien construídos y creíbles, al igual que la mayoría de las situaciones narradas (por lo menos, en líneas generales).
Sin embargo, algo que me resultó curioso es que la edad del protagonista no tenga coherencia ninguna con los episodios que vive (casi todo el texto, uno piensa que el Gavilán tiene 15 años como mínimo, y en el último capítulo dice que está... en 7º grado!, ah, además el chico vomita mucho).
Tiene momentos atractivos, pero como conjunto no me cierra, no llegó a atraparme, me pareció muy básica (la leí a salto limpio). Quizás, si tuviera un sobrino de unos 13 años se la regalaría. O, si se pudieran dar en el colegio textos que incluyeran las palabras "paja" y "tetas", también la recomendaría a los profes. A mil años de ser "lo mejorcito de acá", no ofrece mucho más.
Sin embargo, algo que me resultó curioso es que la edad del protagonista no tenga coherencia ninguna con los episodios que vive (casi todo el texto, uno piensa que el Gavilán tiene 15 años como mínimo, y en el último capítulo dice que está... en 7º grado!, ah, además el chico vomita mucho).
Tiene momentos atractivos, pero como conjunto no me cierra, no llegó a atraparme, me pareció muy básica (la leí a salto limpio). Quizás, si tuviera un sobrino de unos 13 años se la regalaría. O, si se pudieran dar en el colegio textos que incluyeran las palabras "paja" y "tetas", también la recomendaría a los profes. A mil años de ser "lo mejorcito de acá", no ofrece mucho más.
Comentarios