Esta novela, del escritor y premio Nobel sueco, está íntegramente narrada en una 1º persona perteneciente a un singular "bufón" renacentista. El protagonista no es un bufón como el resto, no está dispuesto a hacer reír a nadie y un odio ancestral lo corroe. Extiende su mirada impiadosa y asqueada sobre casi todo lo que lo rodea, excepto sobre lo aguerrido y violento, que resulta para él cautivante. A lo largo de la narración, nos encontramos con la historia del principado al cual pertenece el protagonista: amores, rencores, una guerra, muertes y traiciones. Pasamos de la descripción de la vida en palacio (donde se destaca el personaje de Maese Bernardo, una suerte de Da Vinci al servicio del príncipe) a la somera crónica de guerra, para terminar en el microcosmos del personaje central.
El hombre, que sufre de enanismo, se reconoce como perteneciente a una raza diferente. Desde allí, interpela a los "seres humanos". Se trata de un personaje simple, sólido, duro, odioso, cuya configuración psicológica se mantiene intacta a lo largo de todo el libro (en lo personal, me remitió un poco a Grenouille de El perfume). Se ha dicho que este personaje encarna el odio más vil, sin embargo yo me inclino a pensar que representa el resentimiento del que está obligado a mirar la vida desde el costado. Pienso que poner la voz en este personaje le sirve al autor para retratar con ojo crítico las acciones más incomprensibles de los hombres.
A pesar de que la historia avanza a ritmo parejo, a mí en lo personal me aburrió un poco. Quizás el pasar de un centro de interés a otro, sin que se pueda delinear con firmeza una historia central, le quita impulso. Además, destaco un punto en contra en su estructura: el hecho de que la novela se postulara como diario del protagonista (con sus correspondientes notas autorreferenciales y su propio tempo) ya muy avanzada la narración (en las primeras cincuenta páginas o más es casi una 1°persona testigo). En lo personal, puedo decir que la historia y los personajes no me generaron empatía alguna, pienso que esto quizá se deba a que no encontré profundidad en la voz narradora; me resultó simplemente una voz que llevaba adelante el relato y no pude acercarme a él.
Comentarios
Pienso que el salto de una situación a otra sirve para hacer el análisis simultáneo de los aspectos viles de la humanidad que representa cada personaje.