Sostener, tal cual se sostiene en diversos canales críticos, que la presente novelita 1 de Zambra llegó para revolucionar las letras chilenas no hace más que dar cuenta del estado infértil de las letras latinoamericanas.
La novelita está bien escrita, de eso no hay dudas.
De hecho, tiene uno de los mejores párrafos iniciales que había leído en mucho tiempo.
El texto está escrito con una poética por partes telégráfica, anafórica, elíptica; una poética de lo concentrado y lo mínimo que sostiene una arquitectura narrativa original y muy dinámica. En definitiva, el hecho mismo de desarrollar una poética ya la vuelve interesante y singular. Pero malas noticias: con eso no alcanza.
La historia es pequeñísima, insustancial, trillada... historia -embrionaria- de amor de dos estudiantes de Letras (me pregunto cuántas veces más vamos a tener que tragarnos este tipo de etnocentrismo intelectual). Un argumento que intenta parecer denso y se queda en la pose, en el gesto. Un argumento que no explota, que no crece.
Pasé por sobre la novela como por sobre una superficie helada y pulida. Por eso puedo decir que duplico la experiencia lectora que tuve con Seda de Baricco: ese sabor a nada, ese pensar: "Con esta estética se podría haber hecho algo".
Una lectura muy recomendable para la sala de espera.
El autor hablando de la obra:
http://www.piedepagina.com/numero12/html/alejandro_zambra.htm
De hecho, tiene uno de los mejores párrafos iniciales que había leído en mucho tiempo.
El texto está escrito con una poética por partes telégráfica, anafórica, elíptica; una poética de lo concentrado y lo mínimo que sostiene una arquitectura narrativa original y muy dinámica. En definitiva, el hecho mismo de desarrollar una poética ya la vuelve interesante y singular. Pero malas noticias: con eso no alcanza.
La historia es pequeñísima, insustancial, trillada... historia -embrionaria- de amor de dos estudiantes de Letras (me pregunto cuántas veces más vamos a tener que tragarnos este tipo de etnocentrismo intelectual). Un argumento que intenta parecer denso y se queda en la pose, en el gesto. Un argumento que no explota, que no crece.
Pasé por sobre la novela como por sobre una superficie helada y pulida. Por eso puedo decir que duplico la experiencia lectora que tuve con Seda de Baricco: ese sabor a nada, ese pensar: "Con esta estética se podría haber hecho algo".
Una lectura muy recomendable para la sala de espera.
El autor hablando de la obra:
http://www.piedepagina.com/numero12/html/alejandro_zambra.htm
1- Se trata literalmente de una novelita, ya que se ajusta a ese formato que parece estar de moda y según el cual lo que tradicionalmente ni siquiera hubiera llegado a nouvelle puede circular editorialmente como una novela. Es interesante pensar si estamos frente a un nuevo género o se trata de una treta editorial.
Comentarios